miércoles, 6 de mayo de 2009

Cuando el guión multimedia educativo es trabajo de varios profesionales

Si nos centramos en el perfil del profesional, estamos hablando de guionistas multimedia. Éste es un puesto de trabajo relativamente nuevo, por lo que se ha ocupado por profesionales de distintos perfiles al no existir un perfil preparado para dicha tarea. Teniendo en cuenta las necesidades para llevar a cabo este trabajo, los licenciados en ciencias de la comunicación (imagen y sonido, publicidad y periodismo) son un perfil apropiado. Cuando hablamos, además, de guiones multimedia para cursos on-line, la perspectiva didáctica de profesores y pedagogos es muy necesaria. En todos estos casos, estos profesionales deben aprender el entorno on-line y las reglas del guión multimedia.

En un equipo profesional que elabore un curso on-line podemos encontrarnos con que el papel del guión multimedia se reparte entre, al menos, dos personas: el especialista en el tema tratado y el guionista multimedia siempre que este guionista tenga, además, conocimientos suficientes de pedagogía. Si no los tiene, a este equipo debería añadirse un pedagogo.

Así, por ejemplo, en un curso sobre habilidades directivas, el especialista en el tema es quien escribe el contenido base y lo estructura conforme a las necesidades del propio contenido y del alumnado al que se dirige y el guionista es quien toma como base el contenido escrito por el especialista y lo transforma en un guión multimedia. En ambos pasos, debe haber una visión pedagógica que establezca los objetivos didácticos y las pautas educativas clave.

En la transformación del manual al guión, la estructura y ordenación del contenido se ha adaptado a las características on-line, lo que, en la mayor parte de los casos, supone una mayor parcelación del contenido para no saturar una pantalla. Así, por ejemplo, en un manual, un punto 1.1 que ocupa tres páginas puede trasladarse a 3 ó 4 pantallas del curso, y cada una con su título. Para ello, el guionista debe dividir el contenido de las tres páginas en cuatro bloques con un sentido lógico, es decir, que cada pantalla tenga una idea principal clara.

Por otro lado, la transformación del contenido en un guión implica convertir un formato texto en una combinación de diferentes medias, teniendo en cuenta que cada media tiene sus propias características lingüísticas, del mismo modo que la propia lectura en pantalla obliga a que los textos cumplan unas condiciones que no son necesarias en un texto impreso en papel. Por tanto, el guionista debe tomar el texto base del manual y dividirlo en ideas base que luego irá decidiendo en qué media se expondrán de manera óptima. También redactará de nuevo casi todo el contenido para adaptarlo a los medias y al formato on-line.

Este proceso de conversión del manual (o contenido base) al guión técnico supone, por tanto, un cambio tan importante y tan profundo que es posible que se produzcan malinterpretaciones del contenido, sobre todo, si el guionista no es especialista en la temática tratada. De esta manera, es recomendable que el especialista en el contenido revise el guión conforme se está realizando para conseguir una transformación fiel al contenido original, pero perfectamente adaptado al nuevo medio (Internet). El problema está en que, muchas veces, el especialista no conoce el entorno multimedia y mucho menos un guión multimedia. Esto dificulta su tarea de revisión porque se encuentra ante un documento no del todo comprensible para él y además es algo teórico y debe imaginarse cómo queda el guión en pantalla para comprender el funcionamiento del curso. Si no tiene demasiada cultura de Internet, esa imagen imaginada no llega a producirse o se produce erróneamente.



Pie de foto: Esquema del proceso de trabajo del equipo para crear el guión definitivo
Fuente: producción propia


Lo ideal sería que esas dos personas estuvieran fusionadas en una, es decir, que el especialista en el contenido fuera también un especialista en guión multimedia educativo o que el guionista multimedia fuera también especialista en el tema a tratar. Pero eso es muy complicado porque hablamos de encontrar en una única persona los conocimientos en tres campos diferentes: pedagogía, guión multimedia y el tema tratado en el curso.
Por tanto, conformándonos con una visión más realista, la opción más sencilla de conseguir es formar al especialista en el tema que se quiere tratar en el curso.


En definitiva, los cursos on-line multimedia profesionales tienen la ventaja de tener una calidad pedagógica y tecnológica (guión, diseño y programación) mayor que los productos no profesionales.
Su mayor desventaja en la fase de guión en la actualidad es que, en muchos casos, la creación del guión supone una compleja labor en equipo de profesionales diferentes donde, los especialistas y los pedagogos deben tener conocimientos mínimos de guión multimedia.

Podemos ver demos de diversos cursos on-line creados por una empresa especialista en formación on-line (Formación Digital), en el siguiente enlace: http://www.formaciondigital.com/catalogo/



Pie de foto: pantalla de una aventura gráfica para un curso de inglés
Fuente: Formación Digital


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